MOTOR Ozono, el desinfectante más potente del mundo, al rescate frente al Covid-19

  • Es ampliamente usado en la potabilización de aguas, riegos, desinfección de cámaras frigoríficas y automoción
  • Los pedidos a los fabricantes de maquinaria de desinfección de ozono se han más que triplicado desde el estado de alarma
  • Al ser un gas no está incluido en el listado de desinfectantes líquidos virucidas del Ministerio de Sanidad lo que le deja en un limbo legal para lo público

Hasta ahora la mayoría de las soluciones que conocemos frente al coronavirus son defensivas: aislarnos, no exponer las mucosas ni la piel, buscar una vacuna que nos impida contagiarnos o un medicamento eficaz una vez enfermos. La única opción ofensiva, es decir, aquella que intenta acabar activamente con el coronavirus antes del contagio, que maneja el ser humano frente al Covid-19 es la de desinfectar a base de cloro.

Pero a ella se está uniendo otra más que a pesar de llevar décadas funcionando es mucho menos conocida: la desinfección con ozono. Según la Organización Mundial de la Salud, el ozono es el desinfectante más potente contra todo tipo de microorganismos. Su poder de desinfección es, al menos, diez veces mayor que el del cloro, siendo eficaz en un 99% en la eliminación de los virus, pero también en la de bacterias, hongos, esporas, protozoos.

Otra de sus ventajas es que es mucho menos corrosivo y contaminante que la desinfección con lejía o cloro. Además es más rápido, necesita menor tiempo de contacto con los microorganismos que otros desinfectantes para realizar la purificación, y actúa a una menor concentración.

Eficaz, pero menos usado

¿Cómo es posible entonces que no venga aplicándose de una manera más intensa en esta lucha que algunos califican nada menos que como de la más importante de la Humanidad? La razón es muy sencilla, el ozono es un gas que se disgrega al poco tiempo de ser producido y no se puede envasar ni comercializar. Además, no aparece en las listas de productos desinfectantes del Ministerio de Sanidad, ni tampoco de los más importantes organismos encargados de proteger la salud a nivel internacional, como la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA).

Esa falta de convalidación oficial, ese problema burocrático, es el que hasta ahora le ha perjudicado -perjudicándonos a todos- a la hora de ser contemplado como un arma eficaz en la lucha contra las epidemias. “Su uso no es ni legal ni tampoco ilegal, es alegal y esa situación de alegalidad, es la que impide que las administraciones, organismos oficiales se decanten por su uso.Todo a pesar de su reconocida eficacia en el ámbito sanitario y de los numerosos estudios científicos que lo acreditan”, nos comenta Patxi Guerrero, gerente de operaciones de Agrozono, una empresa que se dedica a la ozonización del agua. Radicada en Valencia, tiene las máquinas más grandes y de mayor capacidad de ozonificación in situ del mundo.

Agrozono ahora anda en busca de un ‘santo grial’ que certifique su eficacia. “Estamos buscando un laboratorio pueda realizar análisis del Covid-19 para que haga patente lo que es prácticamente sabido: que el ozono es capaz de acabar con él”. Mientras, el municipio de San Antonio de Benagéber ha pasado a la acción y ya está desinfectando sus calles y otros lugares públicos con agua ozonizada, gracias al apoyo de Acciona. Otros ayuntamientos, como el de Aldaya, están también estudiando esa posibilidad. Todos valoran otra ventaja añadida “este agua desinfectante ozonizada no es corrosiva, no deja ningún rastro tras su aplicación. Sin embargo, habrá que ver cómo acaban las calles, los edificios de todo el país con tanto cloro”. Es además, menos contaminante ya que dichas disoluciones del hipoclorito de sodio terminan con este en el agua, poniendo en riesgo la vida de especies no perjudiciales. Finalmente, al desintegrarse acaba precisamente con la capa de ozono que nos protege de los perniciosos rayos ultravioleta procedentes del espacio exterior.

Un 300% de pedidos

Aunque falte la evidencia concreta de los efectos beneficiosos sobre el coronavirus, las empresas españolas que se dedican a fabricar máquinas productoras de ozono están desbordadas por las peticiones. “El interés ha hecho que los pedidos nos colapsen”, dicen desde Cosemar. “Las solicitudes se han incrementado más de un 300%”. Cosemar es una empresa madrileña que, además ha puesto a disposición de ambulancias, taxis, policía local y transporte público su maquinaria de desinfección de manera gratuita. Otro de los ejemplos más espectaculares es el de ZonoSistem. La empresa gaditana que ya vio incrementadas las peticiones de sus equipos desde Italia en febrero, se ha visto desbordada desde el decreto de estado de alarma del día 14. “Tenemos del orden de 100 peticiones al día. Hemos comprado una nave al lado de la nuestra y estamos formando personal para trabajar en cuatro turnos las 24 horas, con uno de descanso. Desde ese día hemos contabilizado 1.450 pedidos nuevos”.

Sergio Sánchez, su director técnico, cree que “el ozono hay quevolver a considerarlo de una manera más profesional. El Ministerio ha hecho un listado de virucidas líquidos y claro, el gas se queda fuera. Pero es mucho más efectivo porque se expande y llega absolutamente a todos los rincones, es más eficaz que los líquidos. A nivel privado, los hospitales tienen unos protocolos muy estrictos de desinfección con ozono, en cambio los públicos no y hemos fabricado un lote para entregar en los hospitales de la zona. Los microbiólogos y médicos internistas nos lo han agradecido muchísimo, porque ellos sí que lo conocen”.

El problema es la falta de estudios específicos sobre Covid-19. Pero la Agencia Química Europa ya ha comentado que es uno de los biocidas -elementos que matan la vida- más efectivos. Hay documentada bibliografía sobre SARS, polivirus e incluso coronavirus de otras familias.” El Covid-19 es además un tipo de virus de los llamados ‘envueltos’, que son menos resistentes. Y además de ser un magnífico desinfectante es un gran desodorizante que ha sido para lo que más se ha usado. “Sinceramente, nosotros que trabajamos con empresas grandes como Ferrovial, Acciona, potabilizadoras, lo ofrecíamos como complemento, ya que la competencia en precio con respecto a China hacía que las máquinas estuvieran mal pagadas”. Sin embargo, ahora se han convertido en proveedores incluso del Ejército español.

Usos variados

El ozono no es sólo útil en hospitales. Se usa también en cámaras frigoríficas, sobre todo de pescado, ya que alargan la “vida” del mismo en las cámaras hasta un 50% más de tiempo, según afirman quienes lo usan. Desde barricas de maderas nobles para el vino, su uso en potabilización de aguas, en piscinas y por supuesto de riego.”Evita el uso de pesticidas con la consiguiente mejora de cultivos”, apunta Guerrero, pasando por hoteles, industrias y, por supuesto, coches. Es en la industria de la automoción, donde la rama de ‘aire’ de los fabricantes de maquinaria del ozono son más conocidos. Y también solidarios. Por ejemplo, Airlife junto con Midas, han llevado a cabo una acción proporcionando varias máquinas de manera gratuita a la Federación del Taxi de Madrid para la higienización de los más de 600 taxis que voluntariamente se prestaron a realizar traslados de personal sanitario en la capital.

Desde luego, parece muy claro que el protagonismo del ozono va a crecer en el mundo y no sólo en este momento puntual, pues el surgimiento primero del SARS, luego del ébola y ahora del Covid-19 parecen señalar que los virus están decididos a ponernos severos retos de aquí en delante cada cierto tiempo.

Fuente: https://www.niusdiario.es/economia/motor/coronavirus-covid19-ozono-desinfectante-mas-potente_18_2922945264.html

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